Seguro que alguna vez se ha encontrado con un documento que no entiende y esto le ha resultado un quebradero de cabeza. Esta situación es habitual para una parte importante de la sociedad que se enfrentan diariamente a las barreras cognitivas. Con el objetivo de cambiar esta situación, hacer las cosas más fáciles de entender y fomentar la accesibilidad en este terreno surgió en Asprodisis hace ahora un año el grupo Asprofácil.

Una de las herramientas que sirven para fomentar la accesibilidad cognitiva es la Lectura Fácil, esto es una forma de crear y adaptar documentos, videos y audios para que sean más fáciles de entender. Por ello, desde Asprofácil se trabaja en el aprendizaje, uso y fomento de esta herramienta.

Profesionales y personas con discapacidad intelectual de la entidad se están formando continuamente en este ámbito para poder ir trasmitiendo ese conocimiento a los demás y de esta manera conseguir la implantación de este sistema.

Para saber si un texto está en Lectura Fácil hay que llevar a cabo una validación, es decir, comprobar si un texto, un cartel, un documento o una señalética que ha sido previamente adaptado se entiende por toda la sociedad. Este proceso lo llevan a cabo personas con dificultad para entender.

Por ejemplo, algunos requisitos para que un texto sea accesible son: no usar palabras difíciles, escribir los números con cifras o el uso de imágenes sencillas para acompañar el texto, entre otros.

Cabe destacar que con la Lectura Fácil se amplía las oportunidades de todas las personas para acceder a todo tipo de géneros literarios, así como de desenvolverse en espacios públicos o de completar una documentación.

Desde Asprofácil están dispuestos a colaborar con empresas, ayuntamientos u organizaciones para mejorar su accesibilidad cognitiva. De hecho, uno de los proyectos que tienen sobre la mesa es llevar a cabo la adaptación a Lectura Fácil de la agenda cultural de Ronda.

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